DE CARVER Y LA DIACRONÍA.

Ayer pude presentar en Can Fabra el libro Cotidianos. Jorge Larena, el presentador del acto, dejó que me explayara a gusto. Tanto es así que al final no sabía si mi perorata estaba siendo excesiva. Él con la cabeza me iba diciendo que no. Me echó una extraña mirada cuando contrapuse la visión de la novela de Raymond Carver, Vidas cruzadas, al propósito de Cotidianos. Y quizá fue excesivo hablar del sentido diacrónico del libro. Ya me lo había dicho Pilar el día anterior. Que no se trata de una conferencia, que no vas a estar en el paraninfo de la universidad. Creo que al final no debió de salir tan mal porque nadie se quejó ni pidió que se le devolviera el importe de la compra del libro. Hasta el propio representante del Ayuntamiento de Sant Andreu estuvo cómodo. El final fue para los lectores que dieron diversas versiones del libro que darían para todo un "cinefórum". Y no es mala idea. No. Queda en el tintero. A todos los que vinieron, gracias. Pero, sobretodo, que lean el libro.

Foto: Pilar Ibáñez.