RESEÑA DE COTIDIANOS POR JOSÉ LUIS MUÑOZ
Cotidianos
Luis Vea García
(Isla Varia, 2008)
Cotidianos, el libro de relatos de Luis Vea García que estoy leyendo, casi terminando, es un gozoso hallazgo, algo que no abunda en los medios literarios, sobre todo tratándose del primer libro de relatos que publica el escritor catalán. Los 21 relatos que componen este delicioso libro, agrupados temáticamente por su autor─sexo, trabajo, parejas, ayer, enfermedad─son, como proclama el título del libro, retazos de la vida cotidiana convertidos en literatura mayúscula gracias al talento narrativo de su autor, algo que ya hacía el maestro de maestros Julio Cortázar. Hay en todos estos relatos, casi todos muy breves, de tres o cuatro páginas, y que evidencian una enorme capacidad de síntesis, un halo de tristeza y humor que se cruzan en cada una de esas historias cercanas de finales sorpresivos. Porque lo prodigioso de ese ramillete de buenos relatos, de entre los que es difícil decir cuál es mejor ─ los relativos al sexo son desternillantes, llenos de picardía, húmedos, literariamente hablando; los que hacen referencia a parejas son descarnados y ácidos; los agrupados bajo el epígrafe "ayer" rezuman nostalgia ─ es que el lector se reconoce en cada uno de ellos, establece una directa empatía con el autor y sus personajes, por haberlos vivido o haberlos soñado, y agradece a Luis Vea García el placer que produce su confección perfecta, la concisión de sus narraciones, matemáticamente construidas sin que sobre o falte nada. Realmente un libro delicioso para gozarlo y que no debería pasar desapercibido.
Luis Vea García
(Isla Varia, 2008)
Cotidianos, el libro de relatos de Luis Vea García que estoy leyendo, casi terminando, es un gozoso hallazgo, algo que no abunda en los medios literarios, sobre todo tratándose del primer libro de relatos que publica el escritor catalán. Los 21 relatos que componen este delicioso libro, agrupados temáticamente por su autor─sexo, trabajo, parejas, ayer, enfermedad─son, como proclama el título del libro, retazos de la vida cotidiana convertidos en literatura mayúscula gracias al talento narrativo de su autor, algo que ya hacía el maestro de maestros Julio Cortázar. Hay en todos estos relatos, casi todos muy breves, de tres o cuatro páginas, y que evidencian una enorme capacidad de síntesis, un halo de tristeza y humor que se cruzan en cada una de esas historias cercanas de finales sorpresivos. Porque lo prodigioso de ese ramillete de buenos relatos, de entre los que es difícil decir cuál es mejor ─ los relativos al sexo son desternillantes, llenos de picardía, húmedos, literariamente hablando; los que hacen referencia a parejas son descarnados y ácidos; los agrupados bajo el epígrafe "ayer" rezuman nostalgia ─ es que el lector se reconoce en cada uno de ellos, establece una directa empatía con el autor y sus personajes, por haberlos vivido o haberlos soñado, y agradece a Luis Vea García el placer que produce su confección perfecta, la concisión de sus narraciones, matemáticamente construidas sin que sobre o falte nada. Realmente un libro delicioso para gozarlo y que no debería pasar desapercibido.
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